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Las estructuras de la investigación en Argentina (universidades, entes, asociaciones, fundaciones)

por Esteban Noce
[versión 1.0 - mayo de 2012]

© 2012 -  Esteban Noce per "Reti Medievali"
ISSN 1593-2214



Introducción

Es claro que investigar sobre la Edad Media significa, en la Argentina, abordar un objeto de estudio que bien podría denominarse “extranjero”. Consecuencia de ello, los recursos humanos que se orientan hacia tal área del conocimiento son históricamente escasos, al menos si se los compara con aquellos que, permaneciendo en el marco de las ciencias humanas, se inclinan hacia el análisis de diversos aspectos de la historia, la literatura y el pensamiento latinoamericano y argentino. Tal circunstancia contribuye a explicar la escasa cantidad de centros de investigación dedicados al conocimiento del Medioevo que han existido en nuestro país hasta tiempos recientes. Efectivamente, excepción hecha de los institutos pertenecientes a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, sobre los que volveremos de inmediato, la práctica totalidad de los institutos universitarios, entes, asociaciones y fundaciones cuyos intereses se orientan hacia diversos aspectos de la sociedad medieval han sido creadas tan solo en el curso de las últimas décadas. Es innecesario decir que, pese al desarrollo evidenciado, el número de estas instituciones es aún hoy significativamente menor del que puede encontrarse en casi cualquier país europeo o en los Estados Unidos.

Un número nada despreciable de investigadores y docentes reconocidos por su trabajo en diferentes aspectos de la historia, la filosofía, la filología y la literatura medieval, así como también una cantidad siempre creciente de jóvenes que escogen especializarse profesionalmente en diferentes aspectos del Medioevo, desarrollan sus actividades académicas cotidianas en estos centros. Las labores de tales organismos y de quienes allí trabajan son, creemos, dignas de ser conocidas por los estudiosos de otras partes del mundo. Es por ello que, en la primera parte de este trabajo, ofreceremos un informe detallado acerca de los institutos universitarios, entes de promoción científica, asociaciones y fundaciones dedicados al conocimiento de la Edad Media en Argentina, concentrándonos fundamentalmente en sus objetivos, las temáticas abordadas, las publicaciones editadas y, entre otros mecanismos de promoción del conocimiento, los congresos, jornadas, seminarios y cursos organizados por cada uno de ellos. Siempre que sea posible, proporcionaremos las direcciones electrónicas a través de las cuales el interesado podrá tanto profundizar la información aquí vertida como, de ser oportuno, establecer contactos con los centros de investigación locales. En la segunda parte, en tanto, describiremos brevemente algunas de las dificultades que el estudio del Medioevo supone en nuestro país así como también los principales mecanismos a partir de los cuales se procura superarlos.



Recursos

1. Estructuras universitarias

1.1. Universidad de Buenos Aires

La Universidad de Buenos Aires (UBA), fundada en 1821, es sin duda una de las casas de estudios superiores más renombradas de América Latina. Fue en el seno de una de sus trece facultades, la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), cuya creación se remonta al año 1896, donde nuestro país vio surgir, durante la primera mitad del siglo XX, los institutos pioneros dedicados al estudio de la Edad Media.

En 1927, por impulso de Clemente Ricci, filósofo e historiador italiano nacido en Pavia en 1873, comenzó sus actividades el Instituto de Historia Antigua y Medieval de Occidente. Con el paso de los años el organismo adoptó la denominación que conserva hasta hoy, es decir, Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero” (IHAM), nombre que conmemora a uno de los más destacados medievalistas argentinos de todos los tiempos. El IHAM, dirigido en la actualidad por el Dr. Hugo Zurutuza, se ubica entre los más prestigiosos espacios académicos nacionales dedicados a la investigación de la Antigüedad y la Edad Media. Por lo que al Medioevo respecta, se desarrollan en su seno distintos proyectos de investigación relacionados con diferentes aspectos socioeconómicos del medioevo hispánico. Por otra parte, el IHAM brinda pertenencia institucional a una considerable cantidad de jóvenes investigadores para el desarrollo de sus estudios doctorales y postdoctorales. Desde el año 2004, realiza las “Jornadas Internacionales de Reflexión Histórica”. Cada una de las cinco jornadashasta hoy realizadas se ha estructurado en torno a un eje temático que, extendiéndose desde la Antigüedad hasta los tiempos contemporáneos, ha convocado a importantes referentes de la historiografía local así como también del extranjero. Por supuesto, la Edad Media ha merecido en cada ocasión su correspondiente espacio. A la par, y con la intención de difundir localmente las novedades resultantes de las investigaciones seguidas en los principales centros académicos a nivel mundial, organiza periódicamente los «Encuentros de Actualización y Discusión». La publicación digital «Actas y Comunicaciones del Instituto de Historia Antigua y Medieval» ha resultado, desde su primer número en el año 2005, un óptimo vehículo para poner a disposición del público, de modo veloz, los trabajos presentados en aquellas y en otras actividades. El instituto edita además, desde 1948, «Anales de Historia Antigua, Medieval y Moderna», cuyos últimos números, así como algunos libros y documentos de gran valor para el estudio de la Historia Antigua y Medieval pueden consultarse a través de internet.

El Instituto de Filosofía fue fundado en el año 1927. Desde 1959 lleva el nombre “Dr. Alejandro Korn” en honor del destacado filósofo, médico, psiquiatra, maestro y político argentino. Entre las secciones que lo componen se halla la de Estudios de Filosofía Medieval, creada en el año 1968 y dirigida actualmente por el Dr. Francisco Bertelloni. Entre sus objetivos se cuentan la promoción de la investigación en el ámbito del pensamiento patrístico y medieval así como también la reunión y facilitación del acceso a un fondo bibliográfico y heurístico específico sobre tales temáticas. Al interior de la sección encuentran espacio múltiples proyectos de investigación desarrollados tanto por estudiosos consolidados como por jóvenes becarios doctorales y postdoctorales. Entra las temáticas abordadas, cabe mencionar la recepción del platonismo y del neoplatonismo en la Edad Media, la teoría política y la lectura filosófica medieval, el pensamiento de Tomás de Aquino, de Guillermo de Ockham y de Nicolás de Cusa. Los resultados de tales investigaciones, junto al aporte de múltiples estudiosos nacionales y extranjeros ajenos a la sección, pueden apreciarse en la revista «Patristica et Mediaevalia». Aunque no de forma regular, la sección Estudios de Filosofía Medieval ha organizado y organiza diversos congresos, jornadas, coloquios, seminarios y cursos sobre variados aspectos del pensamiento en tiempos medievales.

El Instituto de Historia de España “Claudio Sánchez-Albornoz” se creó en 1944 bajo la figura y dirección de aquel destacado medievalista español, entonces exiliado en nuestro país, del cual el instituto tomaría más tarde su nombre. En su voluntad de reconstruir las raíces históricas de las diferentes naciones hispanoamericanas, la actividad del organismo se orienta, hoy como en sus años pioneros, hacia el estudio de distintos aspectos socioculturales, económicos, religiosos, institucionales, artísticos y literarios del pasado español. La matriz medievalista instaurada por Claudio Sánchez-Albornoz mantiene su vigor en la actualidad, razón por la cual el Instituto de Historia de España constituye en la Argentina un destacado pilar de los estudios sobre el Medioevo, al menos por lo que a España respecta. En la actualidad, bajo la dirección de la Dra. María Estela González de Fauve, continúa publicando anualmente la revista «Cuadernos de Historia de España», en la cual, junto a valiosas contribuciones de estudiosos argentinos y extranjeros, encuentran expresión los diversos proyectos de investigación relativos al Medioevo hispánico acogidos por el organismo. El instituto organiza, por otra parte, un cuantioso número de seminarios, congresos, cursos y conferencias que favorecen la formación de los jóvenes investigadores así como también el contacto entre los especialistas a fin de suscitar tanto la discusión como la difusión entre los interesados de las más recientes líneas de análisis. Por su importancia, cabe destacar las “Jornadas Jóvenes Investigadores en Historia de España”, realizadas cada dos años, y el auspicio brindado por el organismo a las “Jornadas Internacionales de Historia de España” que, con igual periodicidad, organiza la Fundación para la Historia de España, institución sobre la cual trataremos más adelante.

Las gestiones que el entonces decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rojas, realizara ante el prestigioso filólogo, historiador y medievalista español Ramón Menéndez Pidal, cristalizaron en 1923 en la fundación del Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso”. El nuevo organismo tuvo por objetivo la formación de una escuela de especialistas argentinos que contribuyera a la investigación filológica tanto en el ámbito de la filología general como en las más específicas áreas de la filología romance, americana e indígena. Con el transcurso de las décadas, los horizontes académicos del organismo han experimentado una continua ampliación que culminó en la creación, en el año 1986, de la Sección de Literaturas Extranjeras, en el marco de la cual se desarrollan diversos proyectos de investigación vinculados con múltiples aspectos de la filología y literaturas no hispánicas, entre las que pueden incluirse las literaturas vernáculas de la Europa medieval. Las contribuciones del instituto, dirigido en la actualidad por la Dra. Melchora Romanos, se plasman tanto en la organización permanente de congresos nacionales e internacionales, conferencias, coloquios y cursos, como en sus publicaciones. Entre estas cabe destacar la revista «Filología», de aparición anual, y la colección bibliográfica a través de la cual se difunden los avances y resultados de los diversos proyectos de investigación radicados en el instituto.

Otro importante centro de investigación perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras es el Instituto de Filología Clásica. Si bien sus actividades se orientan fundamentalmente hacia el estudio de la Antigüedad grecolatina, aloja la Sección Filología Medieval, dirigida por el Dr. Pablo Cavallero. Entre los proyectos de investigación allí desarrollados, cabe mencionar aquellos relativos al corpus de Leoncio de Neápolis y a la recepción de los autores clásicos durante el período medieval. Ya sea autónomamente o de modo conjunto con la institución de la que forma parte, la Sección Filología Medieval organiza frecuentes conferencias, encuentros de investigadores y cursos de formación.Entre las iniciativas editoriales del instituto se cuenta la revista «Anales de Filología Clásica», de aparición anual, y la serie monográfica “Textos & Estudios”.

1.2. Universidad Nacional de La Plata

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) tiene sede en la ciudad homónima, capital de la Provincia de Buenos Aires. Su Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación aloja al Centro de Estudios de Historia Social Europea (CEHSE). Bajo la dirección del Dr. Carlos Astarita, el CEHSE lleva adelante investigaciones relativas al sistema feudal en el área castellano-leonesa entre los siglos IX y XII, a la historia económica y social castellana durante la Edad Media, a diferentes aspectos de la socialización y las prácticas jurídicas y al mercado de tierras en el Antiguo Régimen. En el curso del 2011, el organismo ha organizado su «I Encuentro Internacional de Historiadores Jóvenes sobre Sociedades Precapitalistas». Simultáneamente, editó el primer volumen de “Sociedades Precapitalistas”, revista electrónica cuyo objetivo es el de difundir estudios historiográficos focalizados en la génesis, morfología y dinámica de las estructuras sociales previas a la irrupción del capitalismo.

1.3. Universidad Nacional de Mar del Plata

En 1975 se sancionó por Ley la creación de la Universidad Nacional de Mar del Plata, alojada en la tradicional ciudad balnearia de la provincia de Buenos Aires. En el seno del Departamento de Historia de su Facultad de Humanidades se desarrollan las actividades del Grupo de Investigaciones y Estudios Medievales (GIEM, no cuenta con una página web), fundado en el año 1997. Bajo la dirección de la Dra. Nilda Guglielmi y la coordinación del Dr. Gerardo Rodríguez, su aporte en el campo de los estudios medievales es sin duda significativo. Efectivamente, el GIEM brinda un espacio institucional a profesores consolidados y a jóvenes becarios para el desarrollo de proyectos de investigación sobre temáticas diversas: exegética y hermenéutica, género, urbanismo, tradición e innovación, capacitación y formación docente, entre otras. En una agenda caracterizada por la realización de múltiples conferencias, seminarios e incluso conciertos de música del Medioevo, destaca la organización anual de reuniones científicas: por un lado, el “Simposio Internacional Textos y Contextos: Diálogos entre Historia, Literatura, Filosofía y Religión”, cuyas actas se publican en formato digital; por otro, las jornadas “Del Cristianismo Antiguo al Cristianismo Medieval”, en coordinación con el Centro de Estudios e Investigaciones de las Culturas Antigua y Medieval (CEICAM, página web en construcción), sobre el que trataremos a continuación. Cada una de las actividades del GIEM se caracteriza por la participación de renombrados especialistas del ámbito nacional e internacional. Su accionar destaca también en lo que a publicaciones respecta. Ciertamente, a los aportes efectuados en el campo de la investigación, plasmados en los distintos volúmenes editados por la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata, añade la publicación de “Fuentes y Estudios Medievales y de Cuadernos Medievales. Cuadernos de Cátedra”, colecciones en que la difusión de valiosos materiales bibliográficos y heurísticos se articula con objetivos de naturaleza propedéutica y didáctica. En esta última, por otra parte, se publican los trabajos presentados en las ya aludidas jornadas “Del Cristianismo Antiguo al Cristianismo Medieval”.

1.4. Universidad Nacional del Sur

El Grupo de Estudios Medievales (GEM), creado en el año 2003 e incorporado más tarde al Centro de Estudios e Investigaciones de las Culturas Antigua y Medieval (CEICAM, página web en construcción), reúne a investigadores, profesores, graduados y alumnos de la Universidad Nacional del Sur, localizada en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, fundada en el año 1956. El GEM-CEICAM se presenta como un espacio tendiente al estudio y a la difusión de diversos aspectos de la cultura del Medioevo. Pese a su reciente historia, la actividad del organismo dirigido por el Dr. Gerardo Rodríguez ha sido incesante y prolífica. En efecto, el Grupo de Estudios Medievalesaloja proyectos de investigación conformados tanto por experimentados medievalistas como por jóvenes becarios, quienes abordan temáticas que recorren múltiples aspectos de la sociedad medieval, resultando evidente el particular interés por las diferentes modalidades en que la Edad Media es aprehendida por la historiografía contemporánea. El aporte del GEM-CEICAM destaca, además, en el ámbito de la comunicación. A través de un vasto número de conferencias, cursos, ciclos de cine y congresos, entre los que cabe recordar las ya aludidas jornadas “Del Cristianismo Primitivo al Cristianismo Medieval”, organizadas junto al GIEM, el Grupo de Estudios Medievales ha contribuido en el curso de los últimos años a la discusión académica respecto del Medioevo. Debe destacarse la organización bianual – en colaboración con el Centro de Estudios de Filología Clásica, Antigua y Medievalde la Universidad Nacional del Sur (CEFCAM) – de las “Jornadas Internacionales de Estudios Clásicos y Medievales: Palimpsestos”, en las que se dan cita destacados especialistas nacionales, americanos y europeos. Se aguarda la publicación de los trabajos presentados en las jornadas de los años 2010 y 2012. Aún en el campo de la comunicación, junto a «Cuadernos Medievales. Cuadernos de Cátedra» – publicación sobre la que hemos ya tratado a propósito del GIEM –, la actividad del GEM-CEICAM se ha plasmado en la edición de diversos libros vinculados con las investigaciones efectuadas por los miembros del organismo.

1.5. Universidad Nacional de Cuyo

La Universidad Nacional de Cuyo, localizada en la provincia de Mendoza, se creó en el año 1939 con el objetivo de brindar servicios de educación superior de excelencia a la población de la propia Mendoza así como también a aquella de las vecinas provincias de San Juan y San Luis. Su Facultad de Filosofía y Letras alberga al Centro de Estudios Filosóficos Medievales (CEFIM), fundado en el año 2001. Pese a lo que su nombre sugiere, el CEFIM trasciende el ámbito de la filosofía procurando, en cambio, aprehender el horizonte del hombre medieval a través de aproximaciones de matiz histórico, cultural, lingüístico, literario, artístico y teológico. A su interior se han desarrollado proyectos de investigación que han conducido al estudio y traducción de algunas obras de Alcuino de York, Elredo de Rieval, Guillermo de St. Thierry, Isaac de Stella y, aún en curso, Juan Duns Scoto. El Centro de Estudios Filosóficos Medievales organiza, entre otros congresos, seminarios, conferencias y cursos, las “Jornadas Internacionales de Pensamiento Medieval” y el “Congreso Internacional de Estudios Medievales”, ocasiones en que se dan cita importantes investigadores americanos y europeos. Por otra parte, tres publicaciones del CEFIM contribuyen a la difusión de las actividades desarrolladas en su seno. La revista semestral «Scripta Mediaevalia. Revista de Pensamiento Medieval» constituye un vehículo de comunicación de las investigaciones del organismo. Los distintos volúmenes que componen la serie “Cuadernos Medievales de Cuyo”, en tanto, reúnen ediciones críticas, transcripciones y traducciones de la producción textual medieval así como también estudios específicos respecto de la filosofía, la historia y la literatura durante el Medioevo. Finalmente, la colección “Estudios Litúrgicos del SELM”, presenta los resultados alcanzados en el marco de la “Sección de Estudios Litúrgicos Medievales”, dependiente del CEFIM.

2. Entes de promoción científica

El principal organismo estatal vinculado con la promoción del desarrollo científico y tecnológico en nuestro país es el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El CONICET cuenta con casi medio siglo de historia, puesto que su fundación se remonta a 1958. Su primer presidente fue Bernardo Houssay, Premio Nobel en Medicina en el año 1947. Desde sus inicios, el CONICET tuvo como misión fomentar y financiar la investigación científica y tecnológica con miras al desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Con tal intención, asume un rol principal en diferentes aspectos del quehacer científico. Por lo que aquí nos interesa, le corresponde un activo papel en la organización y financiamiento de institutos, laboratorios y centros de investigación dedicados a las diversas áreas del saber científico. Aludiremos a continuación a dos de ellos, puesto que sus objetivos se orientan hacia el conocimiento de la Edad Media.

Al interior del Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (IMHICIHU), creado en el año 2000 como unidad ejecutora del CONICET, funciona la Unidad de Investigaciones Medievales, conocida como DIMED en virtud de su antiguo nombre, Departamento de Investigaciones Medievales. La entidad, coordinada por el Dr. Pablo Ubierna, asume en nuestro país un rol principal en el ámbito de la investigación sobre diferentes aspectos de la sociedad medieval. En su interior se desarrollan múltiples proyectos de investigación, tanto doctorales como postdoctorales, relativos a temáticas diversas: Imperio bizantino, derecho, apocalíptica y escatología, hagiografía, literatura francesa, galesa y nórdica, entre otros. A través de mecanismos diversos, la Unidad de Investigaciones Medievales realiza, por otra parte, una destacada labor en materia de organización de encuentros académicos. En efecto, junto a la Sociedad Argentina de Estudios Medievales (SAEMED) – sobre la cual trataremos luego – organiza con carácter anual el “Curso de Actualización en Historia Medieval”y las “Jornadas Internacionales de Estudios Medievales”. Mientras aquellas tienen la finalidad de presentar al público los más recientes aportes bibliográficos nacionales e internacionales vinculados con el conocimiento de la Edad Media a través de su comentario crítico, estas brindan un espacio para la exposición y discusión de los aportes derivados de las investigaciones desarrolladas tanto por los miembros del DIMED como por un gran número de participantes externos, ya sea del ámbito nacional o del extranjero. Las actas de las jornadaspueden consultarse en formato digital desde la página web de SAEMED. Con espíritu similar, pero extendiendo el horizonte histórico hasta incluir la Antigüedad Tardía, en el año 2010 DIMED ha comenzado a realizar, con periodicidad bianual, los «Coloquios Medievales», cuyas actas se espera aún sean editadas. Publica cada año, por otra parte, la revista «Temas Medievales». A partir del volumen 12, del año 2004, los artículos y reseñas que integran cada edición de la publicación pueden consultarse gratuitamente a través de internet. Vale la pena consignar otra importante iniciativa del DIMED: el Programa Práctico de Lenguas y Culturas para el Estudio de la Antigüedad Tardía y la Edad Media, que tiene por objetivo facilitar a los estudiantes universitarios e investigadores la adquisición de instrumentos lingüísticos y culturales imprescindibles para el estudio de las sociedades antiguas y medievales. En el marco del programa se desarrollan cursos gratuitos de lengua latina, griega, hebrea, árabe, copta/demótica, nórdica antigua, nubia antigua y siríaca, así como también distintos seminarios, algunos de tipo metodológico-heurístico, tales aquellos sobre numismática y paleografía, mientras que otros pretenden profundizar en el conocimiento de una determinada sociedad histórica, entre ellas la Islandia medieval, Bizancio o el imperio Carolingio.

En 1978 fue creado el Seminario de Edición y Crítica Textual “Germán Orduna” (SECRIT) del CONICET, hoy en día componente del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y Crítica Textual (IIBICRIT). Su particular interés por el estudio de los problemas y los métodos de edición y crítica de texto de obras en español comprende un amplio arco temporal que se inicia en la Edad Media y se prolonga hasta la actualidad. En cuanto a sus publicaciones, cabe destacar tanto la revista «Incipit», de aparición anual desde el año 1981, como las colecciones “Anejos de Incipit y Ediciones Críticas”, dedicadas al estudio y a la edición de obras fundamentales de la literatura hispánica.

3. Asociaciones y fundaciones

En el ámbito de las instituciones independientes tanto de las estructuras universitarias como de los organismos estatales de promoción científica, cabe mencionar a la Fundación para la Historia de España y a la Sociedad Argentina de Estudios Medievales (SAEMED). La primera nació en el año 1995, como resultado de la voluntad asociativa de un grupo de profesores universitarios movilizados por un doble objetivo: promover la investigación y la difusión de la historia y la cultura española en la Argentina, a la vez que fortalecer los vínculos con los estudiosos de temáticas afines dispersos en los diversos centros de investigación de todo el país. Tanto durante el ejercicio de su primera presidenta, Dra. María del Carmen Carlé, como bajo la actual conducción de la Dra. María Estela González de Fauve, la Fundación para la Historia de España organiza cada dos años las «Jornadas Internacionales de Historia de España». En ellas, al igual que en la revista editada anualmente, «Fundación», participa un importante número de investigadores locales e internacionales dedicados al estudio de la historia del Medioevo hispánico.

La Sociedad Argentina de Estudios Medievales, en tanto, fue fundada en el año 2000. En la actualidad es su presidenta la Dra. Alicia Ramadori. SAEMED se presenta como una asociación civil sin fines de lucro que reúne a especialistas de diferentes disciplinas de las ciencias humanas y sociales con el objetivo de contribuir al desarrollo y difusión del conocimiento relativo a la Edad Media. Junto con DIMED, la sociedad organiza anualmente el «Curso de Actualización en Historia Medieval»y las «Jornadas Internacionales de Estudios Medievales», actividades sobre las cuales hemos tratado anteriormente.

El investigador en la periferia: en busca de soluciones

En tiempos en que las dificultades económicas afectan de modo determinante incluso a los más importantes organismo de investigación a nivel mundial, carece de sentido especular respecto del carácter transitorio o endémico que asumen tales inconvenientes en las regiones centrales, fundamentalmente en Europa y los Estados Unidos, o en ámbitos apartados de ella, como Latinoamérica en su conjunto. Para advertir las diferencias crónicas entre uno y otro ámbito, es suficiente señalar que el investigador local, cuando tiene la fortuna de realizar una estadía de estudio en cualquier institución europea o norteamericana, se siente deslumbrado tanto por las – desde nuestra perspectiva – óptimas condiciones de trabajo allí existentes como también por la facilidad que el acceso a los recursos supone.

Resulta necesario, sin embargo, llamar la atención sobre un segundo factor que potencia los efectos de la situación económica, dificultando el desarrollo de la investigación en el medio nacional: la distancia que separa nuestro país de los espacios académicos donde se determina la agenda de los estudios sobre la historia de la Edad Media. La combinación de estos elementos, escasos recursos económicos y necesidad de salvar grandes distancias, conlleva dos consecuencias sumamente negativas: por un lado, las mayúsculas limitaciones existentes para tomar parte en los congresos, jornadas y cursos desarrollados en los principales centros científicos; por otra parte, la actualización permanente de los fondos bibliográficos y heurísticos de las bibliotecas locales resulta una verdadera utopía.

La principal forma de hacer frente al aislamiento académico y de favorecer la puesta al día de los instrumentos de trabajo suele ser la realización periódica de estadías de formación y actualización, más o menos extensas, en territorio europeo o estadounidense. En tanto que los investigadores consolidados pueden acceder, en ocasiones, a diferentes subsidios locales o a invitaciones cursadas por sus pares extranjeros, en el caso de los jóvenes en formación el acercamiento a los principales centros académicos depende, en la mayor parte de los casos, de sus posibilidades de acceder a alguna de las becas ofrecidas por los distintos centros de estudio del exterior. El establecimiento de contactos institucionales entre las estructuras de investigación de nuestro país y las externas, así como también la construcción de vínculos profesionales entre los integrantes de unos y otros, contribuye también a aliviar, ya que nunca a remediar, los inconvenientes señalados.

Sin embargo, el acceso a tales beneficios es, en el mejor de los casos, esporádico. Consecuentemente, el trabajo cotidiano del investigador en Argentina depende en buena medida del siempre escaso financiamiento que pueda obtener en el ámbito local y de la incesante búsqueda de actualización en cuanto a los ejes de discusión, los congresos y los recursos bibliográficos y heurísticos que se desarrollan y publican en los principales centros académicos mundiales. En este último aspecto, las posibilidades abiertas en el curso de los últimos años por internet resultan cruciales, aunque no suficientes.

1. Financiamiento

A nivel estatal y nacional, dos organismos dependientes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva cumplen un rol principal en lo que respecta a investigación y desarrollo científico. El primero de ellos es el ya mencionado Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Hemos señalado la función que el organismo asume en lo que a la creación de unidades de investigación concierne. Se añaden a ello otras tareas fundamentales vinculadas con el quehacer científico: establecimiento de acuerdos de cooperación entre entidades locales e internacionales, administración del ingreso a la “Carrera de Investigador Científico” y de “Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo”, evaluación permanente de sus miembros. Por lo que a financiamiento respecta, en tanto, el CONICET cumple un rol cuantitativamente destacado en el otorgamiento de subsidios para la investigación en todas las áreas del conocimiento, ya se trate de fondos destinados a proyectos dirigidos por profesionales destacados o a la realización de estudios doctorales y posdoctorales por parte de científicos en formación.

Más acotada en sus funciones, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica cumple un rol similar al del CONICET, al menos en lo que a financiamiento y desarrollo se refiere. En efecto, a través del Fondo para la Investigación Tecnológica y Productiva (FONCyT) provee recursos para la investigación y para distintas actividades llevadas a cabo por investigadores de instituciones públicas y privadas, con la finalidad de generar nuevos conocimientos científicos y tecnológicos. En el marco de tales proyectos, se contempla la participación de investigadores en formación en condición de becarios.

Otro importante canal de financiamiento científico está constituido por las propias universidades y/o entes de investigación. Por aludir únicamente a la Universidad de Buenos Aires, debemos decir que, a través de su Secretaría de Ciencia y Técnica (SECyT), destina fondos a sus profesores e investigadores por medio de los proyectos UBACyT, tendientes a facilitar la producción y transferencia de conocimientos, la formación de investigadores y la creación y consolidación de grupos de investigación. Así mismo, la UBA destina anualmente recursos al financiamiento de becas para la realización de maestrías y doctorados.

2. Acceso a la información académica y a los recursos bibliográficos y heurísticos

La contribución nacional en cuanto a la oferta de servicios electrónicos que permitan al investigador mantenerse informado respecto de la realización de congresos, novedades editoriales, ofrecimientos de becas y discusiones en curso es muy limitada. En relación a ello, acaso quepa únicamente mencionar la lista de distribución Clio, administrada por el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (FFyL-UBA). Mediante la suscripción a Clio se accede diariamente a un buen número de notificaciones sobre diferentes aspectos de la actividad académica por lo que a humanidades concierne, no solo para el ámbito nacional sino también para el internacional.

Este pobre panorama determina que el investigador local no pueda más que recurrir, en procura del acceso a las novedades, a los canales informáticos abiertos por los centros de investigación del extranjero. Resulta ocioso, entendemos, presentar aquí una extensa nómina de tales recursos, puesto que la gran mayoría de ellos han sido ya presentados por Zan Kocher en su descripción de las estructuras de la investigación sobre el Medioevo en los Estados Unidos, publicada en el número 12, 2 (2011) de «Reti Medievali». En consecuencia, nuestro listado será sucinto.

Por aludir a unas pocas instituciones cuyas páginas web se tornan de visita obligada y frecuente en búsqueda de información vinculada al estudio de la sociedad medieval, resulta oportuno mencionar las siguientes: The Medieval Academy of America para el ámbito norteamericano; The London Medieval Society para Gran Bretaña; Reti Medievali para Italia; Ménestrel para Francia; Medievalismo.org para España.

Del mismo modo, no es mucho aquello que los organismos nacionales dedicados al conocimiento de la Edad Media tienen para ofrecer al investigador en materia de acceso a recursos bibliográficos y/o heurísticos en formato digital. En los mejores casos, como quedó dicho en la primera parte de esta contribución, los diversos institutos y centros permiten el acceso libre a sus respectivas publicaciones. Así pues, también en este aspecto se aprecia la dependencia del profesional medievalista respecto de los recursos generados en el extranjero. Entre los más frecuentemente utilizados se cuenta Worldcat, la mayor red mundial de contenidos académicos y servicios de bibliotecas, instrumento indispensable para conocer la producción académica existente respecto de una temática determinada. Aunque posee una base de datos significativamente menor, resulta útil Dialnet, creado por la Fundación Dialnetde la Universidad de La Rioja, España. Su registro de índices de una buena cantidad de revistas, libros, tesis y obras colectivas, mayoritaria pero no exclusivamente españolas, se amplia de manera incesante.

Ahora bien, como hemos ya señalado, la mayor dificultad para el investigador del Medioevo en Argentina radica no tanto en notificarse de la existencia de recursos bibliográficos y heurísticos sino, indudablemente, en acceder a ellos. Una herramienta tan fundamental y cotidiana en los centros de investigación europeos como es la conexión interbibliotecaria para el intercambio y préstamo de sus fondos, en nuestro país apenas se encuentra desarrollada. En efecto, y aún cuando su existencia se remonta al año 1997, los servicios del Proyecto de Enlace de Bibliotecas (PREBI) de la Universidad Nacional de La Plata solo recientemente han adquirido cierta difusión entre los investigadores ajenos a dicha casa de estudios. A través del PREBI, el interesado puede solicitar, de manera ágil y por un precio módico, una copia de los recursos bibliográficos presentes en un vasto número de bibliotecas tanto de América como de Europa. La utilidad del servicio brindado por el PREBI es mayúscula. Su accionar complementa las prestaciones brindadas por JStor, Persee, Google Books, Monumenta Germaniae Historica, Patrologia Latina y Christian Classics Ethereal Library, entre otras iniciativas electrónicas, por lo que a localización de artículos, libros, actas de congresos y documentos refiere. No obstante ello, y aún cuando el PREBI e internet contribuyen a enfrentar los inconvenientes vinculados con el acceso a la bibliografía primaria y secundaria, las dificultades que el acceso a ellas supone para el investigador local está lejos de resolverse.

El autor agradece a los investigadores argentinos Ana Basarte, Francisco Bertelloni, Gerardo Rodríguez, Lidia Amor, Luciana Cordo Russo, María Estela González de Fauve, Mariel Pérez, Martín Pozzi, Paz Estévez, Pablo Ubierna, Rodrigo Laham Cohen y Vanina Neyra por las entrevistas concedidas así como también por la lectura y corrección del informe.



Colaboraciones

En nuestro país, como hemos dicho, el desarrollo de los estudios vinculados con el Medioevo ha sido significativo en los últimos tiempos. En consecuencia, es posible tanto que hayamos omitido alguna institución de formación reciente como que, ante el surgimiento de un nuevo centro de estudios, este informe resulte incompleto tras su publicación. En tales casos, o si nuestra contribución contuviera datos erróneos, el autor agradecerá se lo contacte a la dirección de correo electrónico esteban.noce@gmail.com para facilitarle toda información que permita actualizar y rectificar su trabajo.



Sobre el autor

Esteban Leopoldo Noce (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1980) se graduó como Profesor de Historia (2005) y como Licenciado en Historia (2009) en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Ha defendido su Tesis Doctoral referida al discurso elaborado por el obispo tardoantiguo Cromacio de Aquileya de cara a gentiles, haeretici y Iudaei. En la actualidad, se desempeña como miembro de la cátedra «Historia Antigua II (Clásica)» de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

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Ultima modifica: 01/09/2012

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